Cada año, las lesiones en los pies en el lugar de trabajo representan un porcentaje significativo de los riesgos laborales, muchos de los cuales podrían evitarse con un calzado de seguridad debidamente certificado. Comprender las certificaciones clave, como ASTM F2413 e ISO 20345, no es sólo una cuestión de cumplimiento; se trata de elegir botas diseñadas para detener las lesiones antes de que se produzcan.
Certificaciones de seguridad esenciales para botas de trabajo
ASTM F2413 frente a ISO 20345: Descifrando las normas de resistencia a los impactos
Tanto la norma ASTM F2413 (EE.UU.) como la ISO 20345 (Europa) evalúan la protección de los dedos y la resistencia a los impactos, pero sus métodos de ensayo difieren. La norma ASTM F2413 prueba las botas dejando caer un peso desde una altura determinada para simular fuerzas de aplastamiento, mientras que la ISO 20345 utiliza una prueba de compresión con presión gradual.
- ASTM F2413: Requiere que las botas resistan impactos de hasta 75 pies-libra y cargas de compresión de 2.500 libras.
- ISO 20345: Exige una puntera que resista 200 julios de energía (equivalente a un peso de 20 kg lanzado desde 1 metro).
Por qué es importante: Los trabajadores de la construcción que se enfrentan a la caída de herramientas necesitan la protección contra impactos bruscos de ASTM, mientras que el personal de fabricación puede dar prioridad a la resistencia a la presión sostenida de ISO.
Clasificaciones de riesgo eléctrico y situaciones en el lugar de trabajo
Las botas con clasificación EH (según ASTM F2413) incorporan materiales no conductores para evitar que las corrientes eléctricas se conecten a tierra a través del usuario. Son fundamentales para:
- Trabajadores de servicios públicos que manipulan cables con corriente
- Técnicos de telecomunicaciones cerca de líneas eléctricas
Las investigaciones demuestran que el calzado con clasificación EH reduce el riesgo de lesiones eléctricas en más de un 60% en entornos de alta tensión.
Selección de botas para su sector
Construcción: Protección contra la compresión y la penetración de armaduras
Las botas para la construcción deben tener en cuenta dos riesgos clave:
- Lesiones por compresión: Las punteras de acero o de material compuesto (según ASTM) protegen contra la caída de objetos pesados.
- Riesgos de perforación: Las suelas conformes a la norma ASTM resisten la penetración de clavos o barras de refuerzo, y algunas botas soportan fuerzas superiores a 250 libras.
Consejo profesional : Busque botas con protecciones metatarsales si manipula materiales como vigas de acero.
Petróleo y gas: resistencia al deslizamiento y a las salpicaduras químicas
Las plataformas petrolíferas exigen botas que combinen
- Resistencia al deslizamiento SRC (según ISO 20345) para superficies húmedas/aceitosas
- Parte superior resistente a productos químicos para evitar quemaduras por ácidos o disolventes
Un estudio realizado entre trabajadores de plataformas petrolíferas reveló que las suelas antideslizantes reducen casi a la mitad las lesiones relacionadas con caídas.
Verificación y mantenimiento del cumplimiento de la certificación
Interpretación de las etiquetas de seguridad y las fechas de caducidad
Las certificaciones de seguridad no son indefinidas. Las botas se degradan con el uso, comprometiendo la protección. Comprobaciones clave:
- Claridad de la etiqueta: Las marcas ASTM/ISO deben ser legibles.
- Integridad de la suela: Sustituya las botas si las suelas presentan grietas o un desgaste excesivo.
¿Lo sabía? Las botas pierden hasta un 30% de su resistencia a los impactos tras 6-12 meses de uso diario.
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